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¿CÓMO DESCRIBIR LA ESENCIA ESPIRITUAL 
DEL HAIKU?

        Es muy sencillo: lo único que hace falta es verlo todo como un don....y no un don en el sentido en que utilizamos la palabra en el habla cotidiana, es decir, como si formara parte de nosotros, sino un don claramente proveniente de Alguien.
        No hay otra forma de ver (y ello se refiere no sólo al haiku), que no sea la espiritual. Si no fuera así, sería otra cosa, pero no ver. Mirar quizá si, pero no ver. Por ello soy tan reticente cuando se habla del haiku como una estampa de la realidad y de la realidad como algo que pueda ser observado con una total pasividad y; sobre todo, cuando se intenta estudiar el haiku como un fenómeno aparte del problema del ser humano, ni qué hablar de Dios. Sin una clara percepción del ser humano como un ser espiritual, el único ser espiritual en este mundo creado por un amoroso Creador; y aparte, sin una idea clara sobre la realidad en sí podemos decir lo que queramos, pero sólo habremos estado disparando en la oscuridad.
        Así como el estudio del haiku no puede ser aislado del ser humano, de la misma forma el ser humano no puede ser visto como un ser independiente, huérfano, aparecido de la nada y que va encaminado hacia la nada (como incluso quieren convencernos  muchos haikus de la muerte). Por consiguiente, el estudio veraz del haiku no puede ser aislado del problema de la existencia de Dios, de cómo es y de su participación decisiva en los asuntos de su creación.
        Dios, ser humano, creación artística (haiku), realidad: este es el paradigma en el que hay que moverse si quieremos ser procedentes. Sustraer cualquier elemento de él haría que todo se cayese por su propio peso.
        Armonía significa jerarquía. Sin jerarquía no hay armonía. El Universo está creado por Algien que a la vez está dentro y fuera de él, porque para El no hay dentro y fuera. En esta jerarquía el ser humano ocupa un altísimo lugar y el mundo material es lo más bajo por carecer de espíritu. Aún así, bellísimo este último, por haber sido creado por la Belleza misma; tan bello que muchos se han sentido tentados de dotarlo de espíritu, de otorgarle igualdad е incluso superioridad respecto al ser humano, como en el caso por ejemplo del panteísmo, el animismo y el taoísmo.         

        ¿Cómo se puede hablar de cualquier acto de creación humana, como el haiku, o de cualquier cosa siquiera si no partimos incondicionalmente de esta única verdad sobre el universo (verdad, y no opinión o percepción)? Hemos de reconocer que cualquier cosa que digamos sería muy incompleta; por ende, desviada.       

   Por supuesto, los japoneses no han tenido ni tienen esta visión teocéntrica del universo y sin embargo, han tenido la gracia de ser la patria del haiku. Porque, como bien sabemos, se puede no tener una religión monoteísta, o ni siquiera una religión consciente y sin embargo, ser un magnífico poeta, escritor, músico; una persona buenísima, etc. Ello es sólo una prueba de la generosidad de Dios quien hace brillar el sol y caer la lluvia para todo ser viviente.

        ...Un Dios inconcebiblemente, escandalosamente bueno y generoso, que mira el corazón del hombre y no las apariencias. Tampoco las creencias.  

Constantino Dimitrov©