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Imagen: Constantino Dimitrov (c)

Monasterio de Piedra, Zaragoza


¨...Nadie es tan loco, dice un maestro, para no desear la Sabiduría. ¿Por qué, pues, no nos hacemos sabios? ¡Porque esto pide tanto esfuerzo! La principal dificultad es que el hombre debe atravesar todas las cosas y sobrepasar sus causas y esto acaba por contrariarlo. He aquí por lo que el hombre se atiende a su pequeña sabiduría... Pero cuando la Esencia ha tomado forma en mi propia naturaleza, de manera que soy la Sabiduría misma, yo soy un hombre sabio. Yo decía un día en el convento: ¨El verdadero arquetipo del alma está ahí donde ninguna imagen sale ni entra a no ser el mismo Dios...¨ Pero el hombre que entra en sí mismo de manera que perciba a Dios en su propio gusto en en su propio fondo, ése está liberado de todas las cosas y está atrincherado en sí mismo como en una verdadera fortaleza de la Verdad.¨

¨...Por muy mala que pueda ser nuestra vida, seguimos deseando vivirla. ¿Por qué comes?¿Por qué duermes? Para seguir viviendo. Y ¿por qué anhelas las posesiones y los honores? Sabes muy bien por qué. Aun así ¿por qué vives? Por vivir. Y a pesar de todo, tú no sabes lo que es vivir. Tan deseable es la vida en sí que la deseamos por ella misma. Aun los que están en el infierno abrasándose en el fuego eterno, aun esos no quieren perder la vida; ni los demonios, ni tampoco las almas. Su vida es noble, ya que brota de Dios y se vierte directamente en las almas. La vida emana directamente de Dios: he por qué las almas desean vivirla. ¿Qué es la vida? La existencia de Dios es mi vida. Y si mi vida es la existencia de Dios, entonces, ni más ni menos, la existencia de Dios debe ser mi existencia y la sabiduría de Dios, mi sabiduría. ¨


¨...Pues el que se ha liberado de toda alteración y de toda criatura, Dios no tiene necesidad alguna de entrar en él, pues El ya está en él por Su esencia. (...) Si yo me encontrara en esta Esencia, aunque sólo fuera por un instante, no me preocuparía más por mí mismo que por un escarabajo.¨


¨...El hombre que vive así en la Voluntad de Dios y lo que es la Voluntad de Dios no quiere nada más que lo que es Dios y lo que es la Voluntad de Dios. Si estuviera enfermo, no desearía estar en buena salud. Todo sufrimiento le es una alegría, toda multiplicidad es para él pura unidad, a condición de permanecer verdaderamente en la Voluntad de Dios. Aunque le tocaran los tormentos del infierno, tendría por ellos alegría y beatitud. Es libre: ha salido de sí mismo.¨


¨...Hay en el alma una potencia; no sólo una potencia, sino algo más, una esencia... no, algo más aún, lo que confiere a la esencia su libertad; y esto es tan puro, tan sublime y noble en sí que ninguna criatura puede penetrar allí: sólo Dios vive en ella. Sí, y lo digo muy seriamente: el mismo Dios no puede entrar allí en tanto contenga en El alguna modalidad ontológica. No puede penetrar en ella con ninguna modalidad, sino únicamente con su pura Naturaleza divina. ¡Y bien! reflexionad una vez más en las palabras de Nuestro Señor: ¨Joven, yo te digo: ¡Levántate!¨¿Qué es la palabra de Dios? Es la obra de Dios y esta obra es tan noble y tan alta que sólo Dios la ejecuta. Creedme: toda nuestra perfección y toda nuestra bienaventuranza exigen que el hombre vaya hacia adelante y abandone detrás de él todo lo que es creado y temporal, incluso toda esencia, para alcanzar ese Fondo que es un abismo.¨

¨...Mientras que el hombre siga unido al tiempo, al espacio y al número, a la cantidad y a la multiplicidad, se equivoca y Dios para él sigue lejano y extraño.¨


¨...No es vedad aquello que no encierra en sí todas las verdades.¨


¨...Sabed que Dios está plenamente en todos los hombres de bien. Hay en el alma una parte secreta donde Dios vive y hay en el alma una parte secreta donde el alma vive en Dios. Pero si el alma se desvía de lo que está en ella y se vuelve hacia las cosas exteriores, ella muere y Dios muere para el alma.¨


¨...Dios está en nosotros y nosotros estamos fuera de nosotros.¨



Maestro Eckhart (1260 - 1327)
Teólogo y místico alemán

Música: Sta. Catalina de Alejandría (Laudatorio di Cortona) Siglo. XIV (aquí)

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