Cien Poemas de Cien Poetas (19.01)






Cien Poemas de Cien Poetas
Una Antología de Fujiwara no Sadaye  (1162-1241)


Traducción y notas: Bratislav Ivanov (c)
Editorial Este Oeste, Sofía 2011, ISBN 978-954-321-795-3

Selección y traducción del búlgaro: Constantino (Konstantin) Dimitrov (c)










Prefacio


           Desde los tiempos más remotos, la escritura de poesía en Japón fue considrada un acto sagrado, una expresión superior del alma japonesa (nihon no kokoro). Por lo tanto no es nada casual que los primeros tanka hayan sido adscritos a dioses y a héroes míticos. Todo ello viene relacionado con la creencia ancestral shintoísta sobre el espíritu de la palabra (kotodama), según la cual una vez pronunciada,  la palabra cobra una vida independiente y puede influir en los destinos de las personas.  Ya en el siglo X la esencia del arte poético se manifestaba a través de la tríada sentimiento-palabra-belleza: el sentimiento se transforma en palabra y engendra belleza que a su vez espiritualiza el mundo.
          En este ambiente la compilación de una antología poética fue vista como la muestra de una alta erudición y extraordinarias dotes poéticas. Una antología no es simplemente un conjunto de bellas poesías, sino un organismo con una cohesión interna y un sistema complejo de alusiones y referencias interiores.
           Casi todas las antologías poéticas con posterioridad a la ¨Manyoshu¨ fueron creadas  por edictos imperiales y en este sentido la antología ¨Cien Poemas de Cien Poetas¨ es una de las pocas excepciones. En realidad son varias las antologías que llevan este título, pero la de Fujiwara no Teika, conocido como Fujiwara no Sadaye (1162-1241) es la más representativa entre ellas. Y es precisamente de la que nos ocupamos aquí.
           Fujiwara no Teika es uno de los poetas y filólogos más destacados de su tiempo. Es suya la redacción de la famosa antología Shikokiwakashu a finales del s.X.
           En uno de sus diarios, Fujiwara Teika escribe que ha compilado la antología ¨Cien Poemas de Cien Poetas¨ a petición de su hijo Fujiwara no Tomeye. El plan había sido pegar las poesías,  escritas con una bonita claigrafía, sobre las mamparas deslizantes (shôji ) de la casa nueva del suegro de Fujiwara no Tomeye, situada en la montaña Ogura.
           ¨Cien Poemas de Cien Poetas¨ se diferencia de las antologías canónicas (imperiales) sobre todo porque la ordenación de los poemas es cronológica y no por ciclos temáticos. Ello convierte esta antología en un exponente de la historia de la poesía japonesa desde la antigüedad hasta principios del s. XIII.
             Durante el período señalado, el budismo apenas tiene una influencia sobre la poesía, siendo predominantes las diferentes creencias shinoístas.  La antología contiene decenas de montañas y ríos que vienen relacionadas con el shintoísmo.
            En el shintoísmo las montañas son veneradas como las moradas de las deidades (kami) o como las deidades mismas. Posteriormente, cuando  se produce un acercamiento entre shinto y budismo, algunas montañas empiezan a ser percibidas como representaciones de budas o bodisatwas.
           Aunque en cierto modo su creación ha sido improvisada, la popularidad de esta antología entre el pueblo japonés es enorme y no sería una exageración decir que la mayoría de los japoneses conocen de memoria su contenido.

Bratislav Ivanov




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 Kakinomoto no Hitomaro













Como la cola de un faisán
se esparce esta larga,
 larga noche.
¿Acaso veré el amanecer
también en soledad?











       Kakinomoto no Hitomaru fue el primer gran poeta de la época de Manyoshu. Ki no Tsurayuki le llama un ¨mago del verso¨ . Forma parte de la lista de los treinta y seis grandes poetas desde la antigüedad hasta el siglo X, los así llamados ¨sanjuurokkasen¨.


       La expresión ¨Ashibiki no yamadori no o no shidario¨ se define en la ciencia literaria japonesa como ¨jototoba no¨, es deicr, una introducción ética. De hecho, aquí se trata de un paralelismo de imágenes y al traducir al japonés moderno la palabra ¨ jokotoba¨, por regla general los japoneses utilizan la palabra auxiliar ¨yooni¨, es decir, ¨como¨, ¨parecido a¨.


       No sólo la noche es larga como la cola de un faisán montañés, sino que es solitaria también, ya que, según una conocida leyenda, los faisanes macho y hembra duermen en las laderas opuestas de la montaña.


      En la introducción está incluido el epíteto ¨ashibikino¨. Lo encontramos junto a palabras como ¨montaña¨, cima de montaña y similares. Los comentaristas japoneses son unánimes en que su sentido es ambiguo y lo omiten en las traducciones al japonés moderno.







Ki no Tsurayuki





Hito wa isa
Kokoro mo shirazu
Furusato wa
Hana zo mukashi no
Ka ni nioi keru





No sé los corazones
de los demás,
pero para mí
 los ciruelos en flor
huelen como antes.







           Ki no Tsurayuki fue uno de los poetas más destacados de Japón. En el año 905 el emperador Daigo emitió un decreto, poniendo a Ki no Tsurayuki en cabeza de un grupo de los poetas para la realización de la antología Kokinshyu. Es el autor del prefacio de la misma, el cual escribió en el nuevo alfabeto hiragana. Mediante este acto el alfabeto fue legitimado, abriéndose así el camino para la creación de la literatura clásica japonesa.





Sacanowe no Korenori





Asaborake
Ariake no tsuki to
Mirau made ni
Yoshino no sato ni
Fureru Shirayuki




Toda la noche,
hasta la misma madrugada
la blanca nieve y la luna llena
hacían brillar
el monte Yoshino.









        Sakanowe no Korenori es uno de los treinta y seis grandes poetas anteriores al siglo X. Se desconocen las fechas exactas de su nacimiento y su  muerte, pero se sabe que escribió a finales del s. IX y a principios del s. X. El tanka aquí publicado proviene de la antología Kokinshyu.







Go Tokudaiji no Sadaijín





Hototogitsu
Nakitsuru kata o
Nagamureba
Tada ariake no
Tsuki zo nokorero.





Cuando miré
hacia donde cantaba un cuco
sólo vi en el horizonte
la luna de madrugada.








            Bajo el nombre de Tokudaijo no Sadaijín en la antología viene incluido Fujiwara no Sanesada (1139-1191), poeta de talento y buen conocedor de los rituales shinto.
            Según las creencias japonesas, el canto del cuco es una voz  provieniente del mundo de los muertos que expresa la pena de alguien que fue separado de su amado/a.




 Oshikoshi no Mitsune






Kokoroate ni
Orabaya oran
Hatsushimo no
Oki madowaseru
Shiragiko no hana






Quise coger
un crisantemo blanco,
pero ¿cómo encontrarlo
si bajo la primera nieve
está oculto?







           No nos ha llegado casi ningún dato biográfico sobre Oshikochi no Mitsune, uno de los compiladores de la antología Kokinshyu, salvo el que no provenía de una familia noble. Sin embargo, su don poético fue muy valorado por el emperador Daigo. Oshikochi no Mitsune es uno de los treinta y seis grandes poetas anteriores al siglo X.





 Gidosanshi no Haha 






Wasureji no  
Yukusue made wa 
Katakereba  
Kyo no kagiri no  
Inochi to mo gana  








Me hablas
de amor eterno,
pero no existe tal amor. 
Quiero morir hoy y desaparecer  
   mientras todavía me amas.







            Gidosanshi no Haha es una poetisa de la segunda mitad del s.10 (fallece en 996). Escribió el presente tanca en respuesta del juramento de amor eterno que le hizo su marido Fujiwara no Michitaka. 




 Gon Tchyunagón Saidayori  






Asaborake
Uji no kawagiri   
Tae-dae ni 
Araware wataru   
Zeze no ajirogi 







La bruma matinal  
ya va cubriendo   
el río Ujigawa.
Aquí y allá
se vislumbran pescadores. 







            El nombre de Gon Tchyunagón Saidayori (el consejero Saidayori) correponde al famoso poeta Fujiwara no Saidayori (995-1045). Diferentes antologías recogen cuarenta y cinco de sus  tankas. 




 Ki no Tomonori  






Hisakata no
Hikari nodokeki   
Haro no hi ni  
Shizu-gokoro naku    
Hana no chiruran  







¿Por qué será
que en este día primaveral 
de sol acariciante   
caen sin cesar 
las flores? 







Ki no Timonori es un afamado poeta y uno de los compiladores de la antología Kokinshyu que recoge 46 poesías suyas. Fallece en 907, antes de que la misma sea completada. 

           Según los códigos culturales de la Kokinshyu, cuando se habla de  flores se sobreentiende las flores del ciruelo y posteriormente, las flores de la sakura.   






 Mibu no Tadamine  






Aritake no
Tsurenaku mieshi   
Wakare yori  
Akatsuki bakari     
Uki mono wa nashi   







La pálida luna matutina
tan fría como tú  
a la hora de la separación.
Desde entonces, hasta el alba 
me resulta odiosa.







           Mibu no Tadamine  es uno de los compiladores de Kokinshyu. El tanka aquí presentado se considera el mejor de toda la antología, y el mismo Mibu no Tadamine, uno los treinta y seis grandes poetas anteriores al s.X.

          Las fases de la luna siempre han atraído la atención de los japoneses tanto en la vida cotidiana, como en la poesía. El término aritake denomina las fases de la luna en el momento del amanecer, mentras la luna todavía es visible sobre el horizonte.






Saki no Chunagon Masafusa   






Takasago no
Onoe na sakura   
Saki ni keri   
Toyama no kasumi      
Tatazu no aranan    







Brumas primaverales,
no ocultéis los cerezos en flor  
que crecen en las laderas 
del monte Takasago.







           Saki no Chunagón Musafusa es el seudónimo del poeta Oe no Masafusa (1041 - 1111) con el cual aparece en esta antología. 
            Algunos investigadores afirman que Takasago es una montaña en concreto, mientras que otros, que es es un nombre genérico de montaña.







Kisen Hoshi





Waga io wa
Miyako no tatsumi
Shika zo sumu
Yo o Ujiyama to
Hito wa iu nari






Al sureste
se encuentra mi ermita.
Vivo en paz,
 pero que huyo del mundo
dice la gente.


   





Kisen Hoshi (el monje Kosén) es un poeta de la primera mitad del s. IX. En el prefacio de la antología Kokinshyu Ki no Tsarayuki le sitúa entre los seis grandes poetas (rokkasen).

Los puntos cardinales del mundo se solían indicar con los signos del zodiaco, encontrándose tatsumi (sureste) entre el dragón (tatsu) y la serpiente (mi).

Este tanka está construido sobre la omofonía entre el nombre de la montaña Udji y las expresiones "odio al mundo" y "vivo en paz".






   





(Continúa)

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